Quien diga que no se ha quedado alguna vez 'enviciado' con algún videojuego, el Ipod o la computadora probablemente le esté fallando un poco la memoria. Nuestra capacidad de asombro se ve sorprendida cuando algún nuevo juguete tecnológico, o alguna actualización de los mismos, llegan a nosotros y nos animan a conocerlo a profundidad, incluso llegada la madrugada.
A veces no sabemos por qué "solo quería jugar un momento" o "quería pasar el nivel y me iba a dormir" se vuelven las mentiras más comunes que nos hacemos a nosotros mismos. Al darnos cuenta de que han pasado varias horas en la misma situación lúdica, cedemos en la batalla y continuamos el juego pensando que ese día (o noche) no estábamos tan cansados, por eso decidimos no luchar contra el insomnio y entretenernos con algo.