Las generaciones actuales han nacido con y en el mundo de las redes sociales (Facebook y Twitter principalmente) y estas ya forman parte de sus vidas. Desarrollan su vida social en estas redes, no enteramente pero sí una gran parte de su tiempo lo invierten ahí.
"Tú no eres tú. Eres el lado que quieres proyectar de ti al mundo. Lo que haces en Facebook es tu propia campaña de publicidad en la que tú eres la marca, el cliente y la agencia". (Facebook, ¡FaceTú!, Alberto Goachet)
Los actuales usuarios de Facebook (hablaremos solo de FB) saben qué tienen que hacer en la red - y también qué no - porque al ser pública saben que su vida será expuesta a muchas personas a las que ellos se lo permitan. Surge un tema al que hay que darle importancia y atención, los adolescentes están en una etapa en la que son susceptibles y vulnerables a muchas situaciones, es en esa edad en la que su personalidad o su ser ellos mismos va 'cuajando'.
El Comercio 08/02/2011 |
En todas mis conferencias he dicho que Facebook es en sí mismo una herramienta que, dependiendo de cómo se use, puede resultar positiva o negativa. Si un joven dedica su tiempo y esfuerzo en crear una imagen que no lo representa a él en la realidad muy probablemente empiece a tener una "doble vida". Obviamente todos quieren mostrar lo mejor de si, todos quieren 'venderse' de la mejor manera. Pero, ¿qué tan saludable es eso?
Esta es una opinión desde del punto de vista de la publicidad. Soy publicista también y en ese sentido llego a estar de acuerdo ya que habla de las empresas. Pero desde el punto de vista de la persona - que también llega a ser cierto - , ¿qué tanto quisiéramos que nuestros amigos, hermanos, familiares, hijos, etc. vivan una vida aparente y no-acorde a la realidad? Son consecuencias que en un futuro podrían causar depresión.
Vivir en una mentira - porque según mi perspectiva eso es - no es nunca algo saludable, no es algo nuevo tampoco pero hay que admitir que estas nuevas plataformas ofrecen - sin buscarlo objetivamente - una manera de escapar a quien es uno mismo invitando a crear un máscara para venderle al mundo.
La constante comunicación entre padres e hijos es la manera más cercana y efectiva de ayudarlos a no caer en un vicio que, lamentablemente, termina distorsionando a la persona.
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