Su uso implica un gasto mayor de lo esperado
Quién no ha escuchado alguna vez: "regístrate, ¡es gratis!" Lo común es pensar que las redes sociales son gratuitas: ingresa un mail, tus datos personales, tu localidad y quedas registrado. Ahora tienes acceso a toda la información que la empresa te quiera dar; y ellos también a la que tú ya diste.
El registro gratuito no es algo meramente altruista o un favor que nos hacen las empresas. Éstas buscan lucrar con el servicio que ofrecen. Como diría Raquel Andrés: "... debemos tener en cuenta que, a pesar de que las redes sociales nos parezcan gratuitas, no lo son. Desde el punto de vista económico debemos desterrar esa idea"
Las redes sociales tienen un gasto y podemos identificar cuatro maneras en las que las redes no son gratuitas.
1. Computadora
Para hacer uso de las redes sociales es necesario e indispensable tener una computadora (o Ipad o celular) que nos permita acceder a ellas. La mayoría de personas no las compra para entrar a Internet exclusivamente, pero dada la conectividad que ofrece Internet es uno de los usos más frecuentes.
2. Acceso a Internet
Acceder al servicio de Internet tiene un costo que es asumido por el usuario y pagado a la compañía de teléfono o Internet. Aún éste no se use, se realiza el cobro.
"No estamos en un mundo donde las redes sociales son realmente gratuitas"
3. Electricidad
El tiempo que empleamos en las redes sociales implica un gasto de electricidad de la casa o local donde nos encontremos. Mientras uso gratis Facebook, se me carga al recibo la factura de la electricidad.
4. Tiempo
El gasto más relevante es el tiempo que invertimos; tiempo que podría usarse para otras actividades como leer un libro, estudiar, salir con amig@s, etc.
No estamos en un mundo donde las redes sociales son realmente gratuitas. Usando ese cuarteto de otra forma, bien podríamos realizar algo más grande e importante: escribir un libro, terminar una tesis, crear un proyecto social, etc.
Para finalizar, como diría nuevamente Raquel Andrés: "Ya lo dicen las cláusulas de Facebook: puedes usar el servicio a cambio de tu información personal verídica. No nos equivoquemos: dar nuestros datos personales no es un acto banal, es prostituirse a cambio de relaciones virtuales...". Brusco, pero cierto.
*Este artículo recoge comentarios y la propuesta de Raquel Andrés en el libro "Los ángeles no tienen Facebook".
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