Se ha identificado que las redes
sociales generan, en muchas ocasiones, dependencias a esa vida online que hemos
creado. Estar atentos a una conversación pendiente, las ansias constantes por ver
las nuevas actualizaciones y la desesperación por no poder ingresar cuando se
va la señal de Internet; son muestras de cómo Facebook ha logrado posicionarse
en la vida de muchos como una herramienta “indispensable”.
¿Has visto alguna
vez, pues, cómo un/a adolescente se desespera sin Blackberry o Internet? No es
coincidencia y, en realidad, esta dependencia sigue ciertas pautas: