Este panel hizo un pequeño revuelo en las redes sociales de Lima y otros países de latinoamérica según algunas páginas informativas. Y es que es "escandaloso" ver cómo nos venden la idea de entretener a los hijos para evitar preguntas incómodas o situaciones que uno no quiere o está dispuesto a afrontar.
Sin embargo, esta publicidad responde a una realidad que se hace cada vez más común: desplazar la relación de padres e hijos con tecnología. No, los malos no son los publicistas, ellos solo recogieron de la realidad un insight presente en algunos padres.
El PlayStation es solo una muestra, y no es la única. Cuántas veces a los más pequeños se los pone frente a la televisión para que coman tranquilos, por ejemplo. Y es que en sí mismo parece no haber ningún problema, pero éste surge cuando se le acostumbra al niño a depender de la tecnología para su tranquilidad; o viéndolo de otra perspectiva, el padre se acostumbra a enseñarle a su hijo a depender de la tecnología.
La tecnología está para servir a la persona en sus necesidades; sin embargo, no es una necesidad evitar el diálogo con los hijos.
En otras situaciones, esta manera de fugar de la comunicación con los hijos no es tan explícita como lo muestra Sony, sino que viene como un valor agregado de otros productos. Para muestra un botón:
Como en todas las publicaciones que hago, mi crítica no se orienta al producto o tecnología en particular, sino a la persona que tiene la intención de comprar "X" producto. La tecnología está para servir a la persona en sus necesidades; sin embargo, no es una necesidad evitar el diálogo con los hijos.
Yo le preguntaría a los padres si pueden identificar situaciones en las que, si bien no hay un PlayStation de por medio o un televisor en su auto, evitan con la tecnología u otros medios tener una relación más cercana con sus hijos.
Para cerrar la reflexión: si tu hijo deja de hacerte preguntas, las empezará a hacer a otra persona.
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